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Sinopsis:
El cuento trata sobre una mariquita llamada Camila, era bastante egoísta. Disfrutaba salir a jugar en el bosque, cantando y brincando por entre los árboles. En uno de esos paseos, encontró una flor mágica y comenzó una aventura con varios animales que encontró por el bosque.
Esta flor, le podía conceder todos los deseos que quisiera, siempre y cuando sirvan para ayudar a alguien. Esto por supuesto no fue del agrado de la mariquita, quien continuamente se quejaba que no podía pedir ningún deseo para ella.
Sin embargo al final de esta aventura aprendió que no necesitaba ninguna flor que le concediera deseos, pues supo que uno cosecha lo que siembra, así, si una persona siembra amor, es muy probable que también reciba amor y muchas cosas buenas más. También aprendió que no necesita de una flor para ayudar, sólo buena voluntad, así, lo demostró el gallito Lucho.
La producción es una adaptación del cuento original “Camila y la Flor mágica” de Yamilet Piedra.
Lectura Subjetiva:
Sentimientos y emociones que provoca
El cuento es un compendio de valores:
Gratitud, pues todos los animales a quienes ayudó la mariquita Camila, fueron en su ayuda cuando ella también la necesitó.
Generosidad y desinterés: El gallo Lucho, ayudó a la abejita, y luego a la mariquita Camila, no necesitó de ninguna flor mágica para ayudar a los demás sólo buena voluntad. Lo hizo con mucha bondad.
Estereotipos sociales que aparecen
Detallaremos algunas características esenciales que aparecen en el cuento sobre los estereotipos de los personajes que intervienen.
Mariquita Camila: Representa aquellas personas egoístas que buscan sólo su propio bienestar, sin preocuparse por las necesidades de otros, hasta que encontró la flor mágica del bosque, y empezó así a ayudar a los animalitos en aprietos.
Gallo Lucho: Representa a aquellas personas, solidarias y con espíritu de servicio, que ayudan sin esperar recompensa alguna.
Valoración Crítica y Personal
El cuento es ideal para trabajar la gratitud, la solidaridad, bondad y generosidad.
Los niños y niñas del video, son los/las más pequeños/as del Instituto y pese a la serie de dificultades que puedan presentar, participaron en este cuento con entusiasmo y responsabilidad. Con la ayuda de las voluntarias y docentes del Instituto, fué posible la realización de este video que esperamos les guste tanto como a mí.
Las imágenes tiernas que se observan en el cuento, son realidad pura.